

Siguiendo la costumbre, hoy al mediodía las almas ya estarán en sus hogares para disfrutar de la comida y bebida preferida durante su vida terrena. Por esta razón, los deudos de la Capital, desde ayer se encuentran comprando las ofrendas.
Tradicionalmente los familiares de los difuntos realizaban en sus casas las diferentes comidas, pero actualmente, por falta de tiempo o diversas razones; la mayoría de las personas del casco urbano recurre a comprar ofrendas.
De esta manera, la zona más concurrida fueron los alrededores de la Terminal de ómnibus. Allí los deudos, visitaron los numerosos puestos para conseguir las tradicionales ofrendas de diferentes formas, que se suelen colocar en los altares de los hogares. Por este motivo, en la calle Santiago del Estero se restringió el transito, para ubicar a los numerosos vendedores.
Las calles estaban repletas de ofrendas, también se podían encontrar coronas y ramos de flores para quienes ya se empezaban a preparan para ir al cementerio. Aunque en su mayoría eran ofrendas de pan, muchos también recurrieron a la venta de velas, coca, cigarrillos, y todo lo referido a comida; porque según dicen, hay que poner en el altar todo lo que le gustaba al alma.
Gran cantidad de vendedores, también practican la tradición, por lo que ellos gentilmente le explican a las personas de qué se trata la costumbre. Según las vendedoras de ofrendas, muchos optan por llevar la mayoría de las oportunidades escaleras para que las almas lleguen al cielo, otros llevan angelitos y personas. Algunos también realizan diferentes figuras como palomas, casas, coronas, cruces, soles y lunas; para venderlos por docena sin elección. Todas esas formas, representarán a los difuntos o la naturaleza.
Una de las comerciantes, Hilda Garay, sostuvo que su abuela ya realizaba esta tradición desde hace muchos años, y ellas lo siguen haciendo; comienzan dos días antes del primero de este mes, preparando la masa de lo que serán luego las ofrendas.
Personalizadas
La mujer que vende desde hace años, dijo que las familias compran “personitas” de masa, de acuerdo al género de los difuntos de la familia. En algunas oportunidades, para darles un toque de singularidad a las ofrendas, los vendedores preguntan el nombre del difunto y se colocan, o bien, le inscriben las tradicionales siglas “q.e.p.d”, es decir: “que en paz descanse”.
Según se explicó, la masa de las ofrendas es la misma que se utiliza para realizar el pan casero. Para quienes prefieren las ofrendas dulces, las vendedoras relatan que incorporan huevo a la mezcla. “Aprendí a realizar las ofrendas de mi abuela, ella decía que a las doce del mediodía, llegaban las almas; antes de esa hora ya tiene que estar lista la mesa para que las almas no se vayan”, dijo Hilda.
A manera de comprobar la llegada de los difuntos, la vendedora relató que su abuela solía decir, que al levantar las ofrendas, la comida queda sin gusto alguno; y se encuentra menos bebida de la que se colocó en el altar.
Innovación
El comercio actual ha llevado a que las ventas busquen extenderse. Recorriendo los puestos se pueden observar nuevas propuestas de los comerciantes. Uno de los puestos que más llamó la atención fue uno en donde las coronas y flores eran producto del reciclaje. La vendedora, explicó que además de utilizar plástico y papel en algunas flores, se le ocurrió realizar delicadas flores pintadas, y confeccionadas con botellas plásticas, con el fin de cuidar el medio ambiente. Otro escenario nuevo, fueron los puestos de dulces. Fuera de presentar las tradicionales paletas o caramelos; se realizaron los bastones de caramelo, escaleras, casas y hasta personas, tal como se acostumbra hacer con el pan.